Dequeísmo
Es el uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado.
Entre otros casos, hay dequeísmo:
-cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de sujeto. Como el sujeto de una oración no va precedido de preposición, son incorrectas oraciones como *Me alegra de que vengas (correcto: Me alegra que vengas) o *Es seguro de que me lo dijo (correcto: Es seguro que me lo dijo). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma pronominal (alegrarse, preocuparse, etc.), sí exigen un complemento precedido de la preposición de, que será su complemento de régimen: Me alegro de que hayas aprobado, y no *Me alegro que hayas aprobado.
-cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de complemento directo. Esto ocurre, sobre todo, con verbos de «pensamiento», de «habla», de «temor» y de «percepción» (considerar, decir, temer, ver, oír, etc.). El complemento directo nunca va precedido de la preposición de y, por tanto, son incorrectas oraciones como *Pienso de que ganaremos (correcto: Pienso que ganaremos).
-cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada que ejerce funciones de atributo: *Mi intención es de que celebremos la fiesta (correcto: Mi intención es que celebremos la fiesta).
Para saber si debemos emplear que con preposición o simplemente que, podemos convertir el enunciado en interrogativo. Si la preposición encabeza la pregunta, es que la oración debe llevarla. Si la pregunta no lleva preposición, la oración no debe llevarla: ¿De qué se alegra? (Se alegra de que...); ¿Qué le preocupa? (Le preocupa que...); ¿Qué piensa? (Piensa que...); ¿En qué insistió? (Insistió en que...). (Diccionario Panhispánico de Dudas).
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