Cervantina, de Ron LaLa
CERVANTINA
Versiones y diversiones sobre textos de Miguel de Cervantes
Con fragmentos de:
El celoso extremeño, El coloquio de los perros,El hospital de los podridos, El licenciado Vidriera, El retablo de las maravillas, Don Quijote de la Mancha, El viejo celoso, La Galatea, La gitanilla, prólogo de Novelas ejemplares, Persiles y Segismunda, Rinconete y Cortadillo y Viaje del Parnaso.
Cervantes es esfera. Su obra es esférica. Gira. Se transmuta. Se transforma sobre sí misma. Su círculo se cierra en todos sus personajes. Todos flotan en esa mágica, leve y perfecta esfera donde cada uno es lo que es.
La esfera es la forma perfecta y Cervantes redondea como un alfarero apasionado su esfera-universo donde todo y todos giran.
Cervantes deja que sus personajes hablen. No los filtra; por eso incomodan. No los juzga; por eso son rebeldes. No los condiciona; por eso son libres y él, Miguel de Cervantes, es libre con todos ellos.
Cervantes fue libre en la cárcel a través de sus personajes. Libre en la esfera de su obra, en su universo de infinitos círculos concéntricos que alguien abordará una vez y otra vez dentro de quinientos años (y ojalá lea esta Cervantina).
¿Cómo se le ocurre a nuestro buen Cervantes poner a los personajes leyéndose a sí mismos? ¿Cómo puede hacer decir a una mujer que es libre hace cuatro siglos? ¿Cómo crea a dos perros que hablan con discurso, a una gitana defendiendo a su pueblo o a un licenciado que cree que es de vidrio?
La respuesta es: con imaginación, que solo existe con libertad.
Cervantina es un juego en el que jugamos a ser cervantinos, un malabarismo con sus palabras y las nuestras, una esfera entre las suyas, música nacida entre sus palabras y humor ronlalero. Para terminar diría lo que él dijera alguna vez: escritor divino si no fuera tan humano.
YAYO CÁCERES
DIRECTOR DEL MONTAJE
Aventurar la vida
Álvaro Tato / Director literario
Es tiempo de Cervantes. Su defensa de la libertad de acción, identidad y pensamiento, su ironía permanente, su lúdica lucidez, tan necesaria en cualquier lugar y época, da fondo a sus mejores páginas, que parecen escritas hoy, casi mañana. Cervantina propone una inmersión en esas páginas, con respeto pero sin reverencia, para reabrir junto al espectador el arca de tesoros que guardan.
Mujeres libertarias, pícaros caballerescos, buscavidas bizarros, perros parlantes; cambios de nombre, de sexo, de estamento y de vida. Los personajes cervantinos, siempre mutables, siempre en fuga, rompen con lo establecido, se autodefinen, evolucionan y revolucionan.
Jugando a crear una folla (fiesta barroca de diversos entremeses enhebrados) que comienza y termina con Cervantes como protagonista de su propio destino tragicómico, hemos querido atrevernos a mirar a los ojos al autor, sus personajes y sus textos, a dialogar con ellos desde nuestro lenguaje, nuestra música, nuestro humor y nuestra voz viva. Fragmentos de entremeses, novelas, poemas, incluso prólogos, son los puntos de partida de este viaje en busca de la flor y nata de su literatura inabarcable, para compartir con el público la alegría amarga, la sonrisa aguda, la belleza del idioma desencadenado y el sentido común de su pluma enfrentada a los prejuicios sociales e intelectuales de un país al borde de la(s) ruina(s). Porque más allá de efemérides y celebraciones, nuestro contemporáneo Cervantes, nuestro más hondo humanista, resiste y persiste en el discurso y ejercicio de la virtud civil: el libre albedrío. Es tiempo de Cervantes.
Álvaro Tato / Director literario
Mujeres libertarias, pícaros caballerescos, buscavidas bizarros, perros parlantes; cambios de nombre, de sexo, de estamento y de vida. Los personajes cervantinos, siempre mutables, siempre en fuga, rompen con lo establecido, se autodefinen, evolucionan y revolucionan.
Jugando a crear una folla (fiesta barroca de diversos entremeses enhebrados) que comienza y termina con Cervantes como protagonista de su propio destino tragicómico, hemos querido atrevernos a mirar a los ojos al autor, sus personajes y sus textos, a dialogar con ellos desde nuestro lenguaje, nuestra música, nuestro humor y nuestra voz viva. Fragmentos de entremeses, novelas, poemas, incluso prólogos, son los puntos de partida de este viaje en busca de la flor y nata de su literatura inabarcable, para compartir con el público la alegría amarga, la sonrisa aguda, la belleza del idioma desencadenado y el sentido común de su pluma enfrentada a los prejuicios sociales e intelectuales de un país al borde de la(s) ruina(s). Porque más allá de efemérides y celebraciones, nuestro contemporáneo Cervantes, nuestro más hondo humanista, resiste y persiste en el discurso y ejercicio de la virtud civil: el libre albedrío. Es tiempo de Cervantes.
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