Locuciones adverbiales
Las locuciones adverbiales son en la mayor parte de los casos sintagmas preposicionales lexicalizados, es decir, fijos, que no pueden alterarse. A veces su esquema es preposición+sustantivo en singular: a fondo, a gusto, a tiempo, bajo cuerda, contra reloj, de golpe, de prisa, de sobra, de verdad, en resumen, en secreto, por casualidad, por desgracia, sin duda... Otras, la preposición va seguida de un nombre en plural: a pedazos, a trozos, a gatas, a hurtadillas, a rastras, a tientas, a trancas y barrancas... A veces, el sustantivo va acompañado por un artículo: a la fuerza, a las mil maravillas, al azar, al momento, en el fondo, por el contrario, por un indefinido: de una vez, de una tacada, de un brinco, de un sorbo, de un tirón o por un adjetivo: a brazo partido, a cara descubierta, a fuego lento, a grito pelado, de buena tinta, de mala manera... Hay también locuciones formadas por preposición +adjetivo o participio: a menudo, a salvo, de inmediato, de nuevo, en absoluto, en serio, por supuesto, a ciegas, a escondidas, a medias, a oscuras, a secas, a tontas y a locas, de oídas. Si acompaña al adjetivo un artículo: a la buena de Dios, a la ligera. Con lo se expresa un modo de actuar exagerado o inapropiado: a lo bestia, a lo loco, a lo grande. También podemos encontrar correlación de preposiciones como de bote en bote, de la ceca a la meca, de vez en cuando... Algunos sintagmas nominales se lexicalizan como adverbios para expresar cantidad: una barbaridad, una fortuna, un ojo de la cara. No olvidemos tampoco las locuciones adverbiales latinas ya integradas en el español, como ex aequo, ex cátedra, ex profeso, in situ, motu proprio o grosso modo (RAE, Nueva gramática de la lengua española, 2010).
Para reconocerlas, sustituye por un adverbio o comprueba que se comporta como un adverbio.
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