Reflexiones sobre la pandemia

En Madrid, hace diez días que se cerraron los colegios e institutos. Estamos viviendo una situación muy difícil, como podéis ver a través de los medios de comunicación, y pocas veces tenemos la oportunidad de saber qué piensan los más jóvenes, cómo lo están sobrellevando. En la asignatura de Literatura universal, hace poco leímos el cuento de Cortázar "La autopista del sur". Entonces, reflexionamos sobre el comportamiento humano en las situaciones límite. Por ello, he propuesto a mis alumnos que reflexionen sobre lo que están viviendo, que comprueben si tenía razón Cortázar. Voy a seleccionar aquí algunas de sus reflexiones, que, en mi opinión, no solo pueden ayudar a muchas personas sino que también permitirán a los que no están en contacto con los jóvenes saber que hay chavales maduros y maravillosos en los que podemos confiar para construir un mundo mejor. 

 "(...) Llevamos cinco días encerrados en casa, sin poder ver a nuestros familiares, amigos, compañeros y  profesores. Solo podemos ver en alguna ocasión a los vecinos desde la terraza o desde la ventana y a nuestros padres y hermanos. Cada día valoro más la vida y la suerte que tenemos muchos de vivir en esta sociedad en la que podemos estar seguros. Estoy agradecida de tener una vivienda, una sanidad (en mi caso pública), una familia que me apoya,  alimentación y vestimenta. Me cuesta asimilar el número de muertos que hay en todo el mundo y pensar que a lo mejor pierdo a una persona sin haberla visto antes, esta idea me aterroriza. Aunque puede que la que no está el día de mañana sea yo y por esta misma razón estos días estoy reflexionando  sobre la mucha suerte que he tenido de haber nacido en esta familia y en esta sociedad, en general. Y estoy aprendiendo a valorar todo lo que tengo(...)." (Kaoutar L.).

"Ahora mismo llevamos 4 días de cuarentena, aunque otros llevan más. Es una situación extrema por la que ninguno habíamos tenido que pasar antes. Lo podemos ver por el lado negativo: hay que estar 15 días o más encerrados en casa, no podemos ver a amigos ni familiares, perdemos clase, temario, exámenes, la EVAU se retrasa, etc. O podemos verlo por el lado positivo: hacer las cosas para las que nunca teníamos tiempo, aprovechar para estudiar, aprender a cocinar, reorganizar la casa, etc. Verlo de una manera o de otra depende de cada persona y de cómo quiera pasar estos días.

A pesar de ello, no cabe duda de que como sociedad nos está uniendo, aunque siga habiendo algunos políticos que se echen la culpa los unos a los otros, o que se quejen porque las medidas tomadas no son las suficientes o porque son excesivas… Aun así, hemos demostrado que somos capaces de dejar nuestros intereses y nuestro egoísmo a un lado por causas como estas. Deberíamos aprender a unirnos por otros motivos que no sean de “vida o muerte” o que vayan a afectar al futuro, como el cambio climático, la lucha por la igualdad, etc. En momentos como este hemos comprobado que da igual el dinero que tengas, cuál sea tu ideología política, religión o género, que nos va a afectar a todos por igual.

Como veíamos en el relato de "La autopista del sur", el ser humano también es egoísta, y estos días, a pesar de lo solidaria que está siendo la mayoría, se ha vuelto a demostrar con los supermercados desiertos, gente irresponsable que ha seguido saliendo a la calle, algunas personas que no se lo toman en serio e incluso llegan a toser al personal de los supermercados…

En resumen, aunque nos cueste estar encerrados en casa hay que hacerlo por el bien de todos, aprovechar el tiempo, tomarnos esto en serio y hacer caso a los médicos. Cuanto mejor lo hagamos, antes se acabará y, cuando se acabe, habrá que reflexionar sobre lo que ha pasado y aplicarlo a otros problemas.

 (Laura M.)

"(...)Pero realmente no nos hemos preguntado qué ocurre en las casas cuando se pasa un tiempo considerable encerrado con las mismas personas, o solo. Según Platón, el ser humano es un ser sociable por defecto, y ¿qué pasa con esa gente que tiene a su familia lejos y está solo? Es verdad que siempre nos quedará internet y tenemos la suerte de poder comunicarnos con nuestros seres queridos en línea, pero… ¿realmente puede sustituirse el cariño y la cercanía humana por la de cualquier pantalla? ¿por más lujosa que sea? Por cierto, hablando de lujos, no me había preguntado hasta hace muy poco la diferencia que existe entre quedarte encerrado en una casa de cincuenta metros cuadrados o quedarte atrincherado en tu paraíso con una gran sala de estar, una cómoda habitación, una cocina espaciosa e incluso un jardín tranquilo y cuidado (...) Pero hasta de los problemas se tiene que sacar una parte positiva. La gente que está en casa tal vez puede aprovechar esto como una oportunidad para dedicarse tiempo a ellos mismos (dentro de casa a ser posible). Se puede intentar seguir un programa de yoga de youtube o dedicar tiempo a la afición que se había abandonado, como pintar o leer. La gente que está trabajando o bien como enfermeros, o bien como trabajadores de los supermercados, debería sentirse como un héroe, porque gracias a ellos el caos no es mucho más grande de lo que por desgracia y sin motivo ya es. Y, por último, pero no menos importante, los que están en el hospital son los luchadores que poco a poco y con apoyo se recuperarán y hasta entonces deben dedicarse a descansar(...) (Marta F.).

"(...)Para una adolescente como yo, que solía salir de casa todos los fin de semana con sus amigos a pasárselo bien e ir al instituto todas las mañanas, es decir, estar rodeada de gente todos los días, este aislamiento está siendo muy difícil de llevar. En vez de ir al instituto, ahora debo hacer trabajos en casa y enviárselos a todos los profesores, y por supuesto, no puedo ver a mis amigos ni hablar con ellos si no es desde redes sociales o videollamadas. Aun así, estoy siendo muy responsable y me siento orgullosa de ello, ya que hay personas que viven en la ignorancia o simplemente no se dan cuenta de lo grave que es la situación e igualmente siguen llevando una vida normal. A esto se le llama ser egoísta ya que no lo hacemos solo por nosotros mismos, lo hacemos por las personas con dificultades que necesitan atención médica, por los médicos que están luchando y ayudando a todas las personas infectadas, que no son pocas, y por que los hospitales no se colapsen más de lo que están(...). "(Dina S.).

"(...) esta nueva situación podemos aprovecharla para detener por un tiempo nuestras vidas y reflexionar. Reflexionar sobre el mundo, sobre la sociedad, sobre todo. La felicidad no está en tener todo lo que tú  quieres, ni en vivir tu vida al máximo y hacer lo que te dé la gana, para mí la verdadera felicidad personal está en dar. La satisfacción humana se consigue con el esfuerzo y el trabajo diario, pero la felicidad solo se halla en dar. Considero que esta estancia en nuestros hogares tenemos que utilizarla para reconciliarnos con nuestros familiares, para estar con ellos y para mirarnos a nosotros mismos, reflexionar sobre cómo somos (...). (Patricia R.).

• ¿Estamos aprendiendo algo de esta situación extrema?

En esta crisis hemos aprendido varias cosas:

1. La sanidad pública es de las mejores cosas que tiene España.
2. Los medios nos informan y pretenden que estemos al tanto siempre, por lo menos durante esta crisis.
3. Los políticos han demostrado con creces no estar preparados para una crisis de este calibre
4. Somos tan vulnerables que, si el coronavirus tuviera una mortalidad mucho más alta en vez de tan baja, posiblemente la humanidad no sobreviviría.
5. Por otra parte, también hemos podido comprobar que no hay nada más fuerte que una sociedad unida y comprometida.
6. Se ha demostrado que en una crisis como esta estupidez reina.
7. Hemos aprendido algo muy importante y es que la economía sin trabajadores se va a pique.(Diego R.)

"(...)En mi opinión, lo único que tiene esto de positivo es que estamos más o menos todos juntos unidos luchando por el bien común". (Alejandro F.)