La consideración social de los actores
A lo largo de los tiempos, ha ido cambiando la consideración social de los actores. En Grecia, eran ciudadanos y disfrutaban de una posición social privilegiada porque el teatro se consideraba un ritual (se dedicaban las representaciones a los dioses). Para los romanos, sin embargo, el teatro es un entretenimiento, un espectáculo para los tiempos de paz, por lo que pierde su carácter sacro y se desarrolla especialmente la comedia. Los actores perdían su condición de ciudadanos (y con ello todos sus privilegios) por dedicarse a una profesión que consistía en exhibirse en público. Por ello, solían dedicarse a esta profesión los esclavos o libertos. A pesar de ello, tenían formación cultural, imprescindible para recitar en un perfecto latín. No existieron actrices hasta el bajo imperio y solo en el mimo. Algunos cómicos lograron fama y dinero por contar con el apoyo de los emperadores. En la edad media, actuaban en iglesias, en palacios o en las calles, según se tratara de teatro religioso, palaciego o profano. Los juglares cantaban, recitaban, tocaban instrumentos. También había juglaresas. Ya durante el Renacimiento surgieron compañías de cómicos itinerantes, "cómicos de la legua", que viajaban de pueblo en pueblo en carros y tenían que instalarse a una legua de la aldea adonde acudían para preservar la moralidad de los vecinos. Las mujeres casadas podían actuar, pero normalmente se preferían niños para los papeles femeninos. También llegaron a España compañías italianas de la commedia dell´arte, que más que palabras utilizaban la expresión corporal para comunicarse.
Los cómicos eran despreciados por su forma de vida libre de convencionalismos y a veces promiscua. Incluso, se dice que se prohibió enterrarlos en sagrado.
En Cuaresma estaban prohibidas las representaciones teatrales, por lo que no actuaban hasta el Domingo de Resurrección.
En el siglo XX aparecen grandes divos que suelen tener su propia compañía, como Lola Membrives, María Guerrero, Fernando Díaz de Mendoza o Margarita Xirgu. Aunque siguen viviendo al margen de las convenciones sociales, son admirados por el público y se rodean de las grandes personalidades políticas y culturales de la época.
Hoy día los actores alcanzan rápidamente la popularidad a través de la televisión y el cine, que los convierte en ídolos de masas.
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